El curado de los quesos consiste en el añejamiento de los mismos, en
un proceso en el que se secan y adicionalmente se aplican técnicas de
conservación, como el salado o el ahumado. El tiempo necesario para
considerar a un queso como curado puede variar de uno a otro, pero en
general se requiere un mínimo de año y medio o dos años.
El proceso de curado hace que obtenga una textura bastante más dura y
seca, así como que se incremente la intensidad de su sabor, propiedad
muy deseada entre los amantes del queso. Sin embargo, muchas personas no
toleran los sabores fuertes, por lo que es fácil encontrar distintas
variantes de curado para un mismo queso, catalogándolos normalmente como
tiernos, semicurados y curados.
Ejemplos de quesos curados pueden ser el queso manchego o el gouda. Sin embargo, el gouda se suele exportar con un curado aproximado de medio año, mientras que en la Holanda Meridional se puede encontrar más añejo, pudiendo llegar a los dos años.
El grana-padano y el parmesano
también se curan, pudiendo sobrepasar tiempos de tres años. Tienen una
textura extremadamente dura, lo que facilita su consumo de forma rallada, como condimento o relleno de pastas italianas.
Recientemente se ha empezado a comercializar en España una variedad
de queso en conserva, capaz de conservarse varios años sin abrir y sin
ver variadas ninguna de sus características.
este trabajo creemos que está muy bien planteado y completo. nos ha servido para guiarnos en el nuestro ya que el tema es el mismo.
ResponderEliminarnos ha gustado el diseño y la encuesta que se nos propone.
Grupo 3b
En nuestra opinión este blog está bastante bien, y de acuerdo con el grupo de Esther Gragera está muy completo.
ResponderEliminarAdemás, está muy bien organizado.
El diseño general del blog también es muy original.
Grupo 4